En el anterior artículo estuvimos viendo cómo pintar las puertas metálicas por lo que ahora os queremos señalar también los pasos para pintarlas y no tengamos ningún tipo de problema en el mantenimiento de la misma.
- Para comenzar, debemos usar decapante antes para las antiguas capas. La superficie decapada puede presentar zonas rugosas que se retiran lijando la superficie a fondo. Si el metal queda al descubierto, lo más probable que la pintura no agarre y habrá que aplicar una imprimación específica.
- Los transformadores de óxido son muy eficaces a la hora de convertir el óxido en capa protectora. Un consejo consiste en aplicar estos productos solamente en las partes oxidadas que no se hayan conseguido limpiar del todo.
- Preparar la superficie de la puerta metálica a pintar: un cepillado del que antes hemos hablado que permite desprender las capas de pintura más frágiles. Para ser más prácticos, la mejor manera será alternar la orientación de las pasadas para desprender los restos con mayor facilidad. Después, si utilizas un decapante que ablande la pintura, tendrás que usar un cepillo de púas para llegar a los rincones menos accesibles. Y por último lavar con abundante agua toda la superficie para limpiarla y evitar que la pintura nueva se deteriore.
- Hasta ahora hemos hablado sobre el tratamiento que hay que efectuar en la estructura de la puerta antes de pintarla, pero ahora nos centramos en el acabado.
Una vez que la puerta está preparada, desoxidada y seca, nos dedicamos a aplicar la pintura combinando la dirección de las pasadas.
- Lo primero será aplicar una imprimación que servirá como antioxidante y permitirá un mejor agarre. Si no lo aplicas y luego cambias el color de la puerta, es probable que la tonalidad anterior se note por debajo y el resultado sería insatisfactorio.
- En cuanto a la selección del color, dependerá de tu gusto y de la estética en conjunto con resto del exterior del hogar. Según los patrones de cada fabricante obtendrás el color exacto requerido.
Una vez en marcha, lo primero que hay que pintar son las esquinas con una brocha y lo último la superficie más grande con rodillo. Mira las instrucciones del fabricante para encontrar el tiempo de secado y capas sugeridas.
Las puertas metálicas, tanto de garaje como de entrada a una finca, deben ofrecer un aspecto impecable. Por ello, lo mejor es restaurarla y alargar su duración.